Cada una de las doce derivaciones cardiacas registra una información concreta de las distintas zonas del corazón.
Como es de suponer, aportan más datos de la pared más cercana que de las más alejadas (eléctricamente hablando).
Por ejemplo: las derivaciones inferiores brindan mayor información de la pared inferior del corazón que del resto de las paredes.
Es por eso que agrupamos las derivaciones del EKG dependiendo de la pared del corazón que más información aporta.
Esto tiene principal relevancia en la cardiopatía isquémica, tanto en el infarto agudo con elevación del ST donde el ascenso del segmento ST nos permite con cierta seguridad localizar la arteria ocluida; como en los pacientes con infartos previos donde la onda Q localiza las zonas de necrosis miocárdica.
Correlación entre las paredes cardiacas y las derivaciones del electrocardiograma.
Podemos diferenciar tres grupos de derivaciones que se correlacionan anatómicamente con las paredes anterior, inferior y lateral del ventrículo izquierdo, y otro grupo que brinda información sobre el ventrículo derecho.
Derivaciones derechas, anteriores, laterales e inferiores del EKG
- Derivaciones derechas: V1-V2, ventrículo derecho y septo interventricular.
- Derivaciones anteriores: V3-V4, pared anterior del ventrículo izquierdo.
- Derivaciones laterales bajas: V5-V6, pared lateral baja.
- Derivaciones laterales altas: I y aVL, pared lateral alta.
- Derivaciones inferiores: II, III y aVF, pared inferior.
Para confirmar alteraciones del ventrículo derecho es recomendable realizar además las derivaciones derechas (V3R, V4R, V5R y V6R).
Las alteraciones de la pared posterior se observan en V1-V3 como imágenes especulares. Es recomendable realizar las derivaciones posteriores para contrastar la información de ambas.